Modalidades
Típicamente, la terapia siempre se ha realizado cara a cara, terapeuta y paciente físicamente presentes en la consulta. Pero en la última década ha aumentado exponencialmente el número de terapeutas que trabajan virtualmente.
Recordemos que virtual no es lo contrario de real, simplemente es otra forma de comunicarnos y de estar con el otro.
Todas las opciones tienen sus pros y sus contras pero, según mi parecer, hemos de estar muy agradecidos de poder de poder contar con la tecnología para continuar nuestras terapias cuando las circunstancias nos alejan físicamente.
Además esto nos permite darnos cuenta de que la conexión emocional no es cuestión de cercanía física.
Psicoterapia
presencial
Él/la paciente y yo nos reunimos presencialmente en la consulta, en los horarios acordados previamente.
A veces, la modalidad presencial es necesaria para los primeros acercamientos, en función de las características de la persona y del caso, (por ejemplo, niños o personas muy mayores).
Psicoterapia por
videoconferencia
Será necesario que la persona cuente con conexión a internet y el dispositivo para realizar la videollamada.
Prácticamente nunca he tenido problemas de interrupción de la conexión en las sesiones.
Pero, de darse el caso, podríamos continuar la sesión por llamada telefónica a cargo de la terapeuta, o recuperar en otra ocasión el tiempo perdido.
Psicoterapia
telefónica
Estas sesiones tienen una cualidad única, y es que el estar en contacto con el otro solo por el sonido de su voz nos aporta esa relajación y sensación de interioridad propias de las terapias de diván, en las que no hay contacto visual con el/la terapeuta.
Pero no por ello perdemos ni un ápice la conexión personal y emocional propias de la terapia.